lunes, 27 de agosto de 2012

El local liberal

Nunca he sido un asiduo de los locales liberales, aunque he asistido con y sin pareja. Lo cierto es que, de hecho, hacía bastante que no iba. Pero recibí la invitación por Facebook, y me subió el morbo bastante. Decidí asistir a aquella fiesta. Una pareja lo había organizado todo, con la intención de que muchos hombres "utilizaran" a su chica.

Me presenté allí un poco más tarde de la hora convenida. Ya sé lo que pasa en estas ocasiones, y siempre se empieza más tarde. Esperaba encontrarme a muchos hombres y pocas mujeres, pero cuál fue mi sorpresa cuando vi que la proporción no era tan mala. Si bien es cierto que había más hombres que mujeres, si éramos unos veinte hombres, había unas quince mujeres. No estaba nada mal.

Me pedí un cubata y esperé a que la gente empezara a subir. Crucé miradas con alguna pareja, y una de unos cincuenta años me sonrió, pero no les presté más atención. Supuse que yo debía ser un caramelo para ellos, con mis treinta y pico, en comparación. Cuando vi que la gente ya subía, fui a cambiarme. Una toalla alrededor de la cintura y las chanclas de rigor. Subí. La gente estaba sentada en los sillones, y la pareja en uno de ellos, ya se estaba magreando. Reconozco que empezaba a ponerme a mil.

Me fijé que la pareja que rondaba los cincuenta se metía en una habitación. Decidí seguirlos, ante el aburrimiento que empezaba a embargarme. La habitación era rectangular, con una cama que ocupaba toda la pared, y un espejo enorme. Había también unas sillas, y ellos se habían sentado en una de ellas. Ella se había colocado a orcajadas sobre él, y habían empezado a follar. Lo hacían lento, y ella me vio en la puerta. Me hizo una seña para acercarme.

Me acerqué, como a medio metro, sin intervenir, pero mi erección ya era visible tras la toalla. Ella acercó su mano y tiró de la toalla, que cayó al suelo. En seguida, sin dejar de cabalgar a su pareja, empezó a pajearme. Decidí colocarme detrás de ella, y empecé a tocarle las tetas, pellizcando suavemente sus pezones, desde atrás. La besaba el cuello, y mi polla estaba pegada a su espalda. Ella la cogió y la colocó en la entrada de su culo. No me lo pensé dos veces y empujé despacio. Entraba muy suave. Empecé a follarla así, pero ella no aguantó más, y con un fuerte gemido empezó a correrse.

Me salí de ella, que se agachó de inmediato a mamarle la verga a su pareja. Este se corrió en seguida, y yo decidí abandonar la sala.

Cuando volví a la zona de los sofás, vi que la gente se había metido en otra habitación, con una cama muy grande y redonda en el centro. Había varias parejas, era una habitación enorme. La pareja en cuestión ya estaba follando en la cama, y tres tíos estaban tocándola a ella, uno de ellos comiéndole el coño a placer.

Me puse al lado de otra pareja de mi edad. Aún estaban vestidos, y en seguida sentí la mano de ella en mi polla. Vi que estaba ocupada conmigo y con el que debía ser su pareja. Les hice una seña hacia un rincón de la cama y asintieron. Se desnudaron y se pusieron junto a la pareja que ya estaba follando. Su pareja y yo nos pusimos a cada lado de ella, y ella empezó a comernos los rabos. Lo hacía muy bien.

De repente sentí la mano de la chica de la otra pareja, que se había colado desde atrás y me acariciaba los huevos. Casi me corro en ese momento. Me eché un poco hacia atrás y sentí cómo mientras una me comía el rabo, la otra lamía mis huevos con maestría. Yo estaba en el cielo.

Vi otras parejas que se ponían también a lo suyo, era una orgía en toda regla. Me acerqué a otra pareja, ella le estaba chupando la polla a su hombre. Le miré y me asintió, así que coloqué mi polla en la entrada del coño de ella, y empujé con fuerza.

Estuve follándola así hasta que me pusieron un coño delante. No vi a la tía, pero empecé a comérselo con furia, y no pude aguantar más. Saqué mi polla del coño de la que me estaba follando y descargué toda mi leche en su espalda y sus nalgas. Vi rápidamente una chica que no había visto antes empezar a limpiárselo con la lengua, y luego venir a limpiarme la polla a mi.

Cuando acabé decidí que ya había sido suficiente. Me vestí y me fui a casa.

Ya estoy esperando que me inviten a otra fiesta.

viernes, 24 de agosto de 2012

En la oficina (y II)

Ella caminaba delante de mi, y pude observar en detalle sus nalgas apretadas contra aquella falda corta, y sus piernas, deliciosas. Sólo de pensar que estaba a punto de follármela ya la llevaba dura como el acero. Entramos en los baños y se fue directa al de minusválidos. No había nadie y cerramos con cerrojo.

Allí ya fue el despiporre. Se lanzó hacia mis pantalones, los desabrochó, los bajó. Me acarició un momento por encima de los calzoncillos, y en seguida me los bajó también, engullendo en seguida mi polla sin contemplaciones. Recuerdo que de repente sentí una oleada de placer. Con la mano derecha me la mamaba muy bien, y con la izquierda me acariciaba los huevos.

Disfruté un buen rato de aquella comida de polla, y la veía abrir y cerrar las piernas. No pude más y la puse de pie, subí su falda y le retiré el tanga. Ella se inclinó rápidamente, ofreciéndome su coño, brillante de líquidos, y no me lo pensé dos veces: apoyé mi verga contra esos labios, que en seguida la acogieron, y empujé con fuerza. Mis manos se metieron debajo de su camiseta y debajo de su sostén. Sus pezones estaban bien duros, y la follé a saco.

No tardó en decirme que se corría entre susurros, y poco tiempo después le dije que estaba a punto de correrme yo. Entonces se retiró y mi polla quedó fuera, dura y palpitante. La miré interrogante, entonces ella me la cogió y la colocó en la entrada de su culo.

-Lléname el culo de leche, por favor.

Poco a poco se la fuí metiendo, ella metió sus dedos entre sus piernas y me acariciaba los huevos mientras me la follaba así. No tardé en descargar toda mi leche en aquel culo precioso que tenía.

Cuando saqué mi polla de él, pude ver cómo un reguero de leche descendía por sus piernas.

Se colocó el tanga, el sostén y la camiseta.

-Otro día volvemos a follar -me dijo.

Eso fue la semana pasada, y ahora está de vacaciones. Qué ganas tengo de que vuelva.

jueves, 23 de agosto de 2012

En la oficina (I)

Hacía tiempo que la veía pasar por delante de mi mesa, cosa de un año o así. Es de esas tías que cuando las ves, de reojo para que no parezca que las miras, darías lo que fuera por meterlas en tu cama. Morena, ojos oscuros, unas tetas no muy grandes, un culo perfecto y unas piernas de escándalo. Las manos preciosas, con unos dedos largos, acabados en unas uñas de fantasía.

Por supuesto, en ningún momento se me hubiera ocurrido ni siquiera pensar que pasaría algo así. Yo me limitaba a admirarla cuando pasaba, y a fantasear con ella de la forma en que lo hacemos los hombres, sobretodo los hombres como yo, que pasamos calientes prácticamente la mayor parte del día.

Aquel día entré al comedor de la empresa como todos los días. Llevaba mi mochila con mis taper, y el hambre bien puesta a esa hora. Entonces la vi, estaba sola en la mesa junto a la máquina de café. Era la ocasión de, al menos, lograr que hablara conmigo.

-¿Me puedo sentar aquí? -pregunté.
-Claro -contestó. Si hubiera levantado la vista del móvil, se hubiera dado cuenta de que había sitio suficiente para que me sentara en cualquier otro sitio; prácticamente estábamos solos.

Me levanté a calentar el taper en el microondas, para volver sólo unos minutos después. La observaba sonreír mientras escribía y leía con el móvil.

-¿El novio? -volví a preguntar, más por ir rompiendo el hielo que otra cosa.
-No, una amiga.
-Debe de ser muy divertida, porque te estás riendo mucho. ¿Me das su teléfono?

Entonces levantó la vista del móvil y me miró. Miró alrededor y volvió a mirarme.

-¿Por qué te has sentado conmigo? -me preguntó, mirándome fijamente, y derritiéndome al mismo tiempo.
-No me gusta comer solo -fue lo único que se me ocurrió decir.
-Qué mentiroso eres.
-No, en serio...
-¿Te gusto? -dijo de repente.
-Sí.
-Vaya... -y sonrió. Se puso otra vez a escribir a su amiga.
-Apuesto a que le estás hablando de mi.
-Lo adivinaste -me contestó sin mirarme.
-Y, ¿qué le pones?
-Eso no te lo voy a decir.
-Seguro que es malo entonces -le dije, en tono de desafío.

Entonces giró el teléfono para enseñármelo. Ponía: "un buenorro del curro está intentando ligar conmigo ahora mismo". Justo llegó la respuesta mientras lo leía: "cuenta cuenta". Le devolví el teléfono.

-A lo mejor quieres contestarle tú -me dijo.
-Mejor que no. Si el caso fuera al revés, yo le pondría a mi amigo que estoy loco por llevarte al huerto.

Ella tecleó algo, y en seguida me lo enseñó: "voy a preguntarle si se atreve a venir al baño conmigo".

-¿Vamos? -le dije poniéndome en pie y ofreciéndole mi mano. Ella se puso en pie y la tomó.

Continuará...

lunes, 20 de agosto de 2012

Caí en la trampa (III)


Estamos los tres desnudos en el coche. Saco un pitillo y les ofrezco a las dos. Mi actual aún no se ha corrido.

-Supongo que no váis a dejarme así, ¿no? -pregunta ella.
-Sabes que no, cariño -le digo. Dejo el cigarrillo en el cenicero y salgo del coche. Abro el maletero y cojo tres pañuelos que llevo para estos efectos. A través de la luna trasera ya puedo ver la sonrisa de mi actual. Entro en el coche y se los doy a mi ex.
-Átala a las manillas de arriba y véndale los ojos.
-Mmmm -suspira mi ex-, luego quiero yo.
-Tú hazlo.

Mientras la ata me voy acabando el cigarrillo. Lo apago y lo tiro.

-Ahora vamos a jugar -les digo a las dos.

Con mis dedos acaricio uno de los pezones de mi actual y esta da un respingo. Le hago una seña a mi ex, y esta empieza a mamármela. Lo hace de forma ruidosa, para que mi actual lo oiga.

-Así, así -le digo-, los huevos, pasa tu lengua por mis huevos.

Observo a mi actual, que se mueve, y mientras mi ex me la mama, acaricio con mis dedos el coño de mi actual, arrancándola un gemido. Le hago otra seña a mi ex y esta se coloca debajo del coño de mi actual, y empieza a besarlo y a lamerlo. Mi actual empieza a gemir.

-Quieres que te folle? -le digo a mi ex.

Me dice que sí con la cabeza. No me hago esperar. Se la meto y empiezo a bombearla. Pero la saco en seguida.

-Nooo -gime mi ex-, un poco más.
-Le toca a ella, y quiero que sepa a ti -eso parece ponerles a mil, y las dos empiezan a moverse más y a gemir.

Rozo la boca de mi actual con mi polla y no duda en atraparla, y empiezo a follarle la boca con ella.

No puedo aguantar más, y les informo que me estoy corriendo. Veo a mi ex con sus dedos metidos hasta el fondo, y su lengua follándose a mi actual. Mi actual de repente dice que se corre también y en ese momento, mientras veo cómo se arquea hacia atrás, le lleno la boca de leche. Parte cae por su cuerpo, resbalando hacia abajo, donde mi ex atrapa algo y sigue mamando con maestría a mi actual.

viernes, 17 de agosto de 2012

Caí en la trampa (II)

Yo estaba en el cielo, las dos la maman de categoría, y si seguían así yo sabía que no iba a tardar mucho en correrme. Así que decidí cambiar de estrategia.

-Colocaos las dos juntas bocarriba, y cruzaos una pierna la una a la otra.

En esa posición podía pajear a una, mientras le comía el coño a la otra.

-Joder qué cabrón eres -gemía mi ex.
-Dios qué lengua -decía mi actual.

Yo pasaba de la una a la otra. Al poco sólo oía gemir a mi actual, porque mi ex le estaba comiendo los pezones. Yo decidí empezar a explorar sus culos con mi lengua, de la una a la otra. Gemían como dos perras en celo, y mi verga estaba que iba a explotar.

-Ahora vamos a follarte bien a  ti, pedazo de cabrón -dijo mi actual.

Me tumbaron bocarriba y mi actual colocó su coño en mi cara, y mientras empezaba a lamérselo cogió mi verga y ayudó a mi ex a metérselo. Esta empezó a cabalgarme despacio. El coche olía a sexo, delicioso.

-Me corro, me corro, me corro... -empezó a decir mi ex, y noté un calor que resbalaba por mis huevos a punto de estallar. 

A los pocos segundos se quitó de encima, y en cuanto lo hizo, mi actual se inclinó para mamarme como una zorrita experta.

-Si sigues así voy a correrme ya... -le dije.

Entonces mi ex empezó a acariciarme los huevos, y mi actual la chupaba con maestría. Empecé a sentir las dos lenguas jugando con mi rabo, y no pude contenerme más. Me corrí como no me había corrido nunca. Vi cómo las dos lamían con su lengua cada borbotón de leche caliente y espesa que salía de mi polla, hasta que me dejé caer exausto sobre el asiento.

(Continuará..., ¿alguna idea?)

jueves, 16 de agosto de 2012

Caí en la trampa (I)

-¿Vamos donde siempre? -me preguntó ella.
-Claro -le contesté sonriendo. Aquel día iba especialmente salido y no quería desaprovechar la oportunidad.

Puse en marcha el coche y me dirigí hacia el lugar. Ella, entonces, empezó a hacer algo que ya había hecho en otra ocasión, y que me encantó en su momento. Desabrochó mi pantalón, bajó mi cremallera, me la sacó..., todo esto en marcha, y se agachó a hacerme una mamada con la que casi hace que me corra antes de llegar al sitio.

Cuando llegamos no podía esperar más. La desnudé. No perdí ni el tiempo en observar la deliciosa ropa interior que llevaba puesta. Se lo quité todo. Me lancé a sus pezones que ya tenía duros como piedras, y los lamí, chupé y mordí, mientras sus manos volvían a buscar mi polla y me pajeaban.

De repente oí un coche y vi las luces que se acercaban. Me quedé quieto, y cuando vi que se dirigía hacia nosotros, le dije que se agachara. Así lo hizo, y yo también, pero lo justo para poder mirar por el retrovisor. El coche se paró detrás de nosotros, y cuando apagó las luces no pude creer lo que veía. ¿El coche de mi exnovia? Esta se bajó del coche, iba estupenda con una falda vaquera que dejaba ver sus piernas largas y torneadas, y un top que enseñaba mucho más de lo debido.

Se acercó al coche y tocó en la ventanilla. Nos incorporamos y la bajé. Estábamos desnudos, pero casi me daba igual en aquel momento.

-¿Qué quieres? -le pregunté.
-Que me dejéis entrar -dijo con una sonrisa pícara.
-Entra -dijo mi novia actual con otra sonrisa pícara. Entonces deduje la trampa.

Mi ex entró en el coche y le dio un beso en los labios a mi novia actual. Luego se giró hacia mi, y me dio otro, mientras acariciaba mi verga como sin querer. En ese momento se giró y empezó a acariciar a mi actual. Esta empezó a desnudar a mi ex, suavemente, mientras yo veía el espectáculo. Cuando estuvo desnuda, mi ex empezó a comerle los pezones a mi actual, y mi polla se endureció como nunca. Mi actual jugaba con el coñito de mi ex con sus dedos. 

-¿A qué estás esperando? -preguntó mi ex.

No les hice esperar. Coloqué mi polla entre las dos, y ambas se lanzaron a comérmela. Sentir sus dos lenguas recorriendo mi verga y mis huevos es uno de los placeres más grandes que he vivido.

(continuará...)

lunes, 25 de junio de 2012

En el metro de Valencia

Nunca utilizo el transporte público en mi ciudad, pero suelo utilizarlo bastante cuando voy fuera. Por ejemplo a Valencia, donde ocurrió lo que voy a contar. Allí utilizo mucho el metro, en la ida del sitio a donde voy, y en la vuelta. Esto ocurrió en la vuelta, yendo hacia el aeropuerto.

Suelo ir siempre con bastante tiempo de sobra, ya que cojo los últimos vuelos del día. Ese día iba tan sobrado como de costumbre. El metro no suele ir demasiado lleno, pero eran como las siete de la tarde. Supongo que el hecho de que fuera lunes, y hora de salir de trabajar, contribuyó a que fuera especialmente lleno. No había donde sentarse, y los que íbamos de pie íbamos especialmente apretados.


Beatriz

Llegar por las mañanas al bar, justo antes de empezar la jornada laboral, a tomarse un buen café que te haga empezar más o menos bien el día, y cada mañana, sin falta, ver a la misma mujer, que te atrae de forma irremediable, sentada en la misma mesa, no puede ser bueno. Antes de conocerla, si cerraba los ojos a lo largo del día, habría podido describirla sin apenas omitir detalle. Me tenía enganchado, lo reconozco.

Aquel día era como cualquier otro. Yo me senté en la mesa de siempre, en la terraza del bar, y al poco, mientras removía el azúcar en mi café, llegaba ella. Recuerdo que llevaba el pelo castaño recogido en una coleta. Apenas llevaba maquillaje, y unos ojos enormes eran protagonistas de su cara. La nariz chata y unos labios sugerentes parecían suplicar que los mordiera.